martes, 14 de junio de 2011

"Recuerdo de mis queridos pagos"

Aunque nunca comprendí
porque tuve que dejarte
y para siempre extrañarte
pueblito donde nací
y aquel tiempo tan feliz
de aquella infancia lejana
me llega cada mañana
cuando me acuerdo de ti.

Desde niño siempre pensaba
que no te abandonaría
que jamás te cambiaría
por algo que yo no amaba
porque todo lo que estaba
en tus calles y en tu gente
era pasado y presente
del sueño que anhelaba.

Pero aquel día hoy lejano
que presente tengo aquí
cuando los labios oí
de mi padre la sentencia
que pocos días la ausencia
de aquellos campos que amaba
decía que se remataba
para cambiar de existencia.

Nada de aquello podía
desenredar mi conciencia
pese a mi corta experiencia
una pena me embragaba
y con lágrimas mojaba
aquel sueño adolescente
cambio que jamás mi mente
pudo dejar olvidada.

Diecisiete años de mi vida
quedaban desparramados
entre montes y alambrados
entre cielos y llanuras
y aquellas espinas duras
que se clavaron en mi alma
hoy en mí vejez la calma
me turban de igual manera.

Si cuando cierro los ojos
me parece que estoy viendo
como se van repartiendo
esas cosas que eran mías
cosas de valor tenían
y han de tener con los años
y por monedas de un extraño
las arranco de mí vida.

Así fue mi recado
y los caballos de andar
y el carruaje de pasear
y aquellos pingos de pecho
que sobre el barroso lecho
de aquel paisaje sereno
aún los veo pingos buenos
tranqueando el último trecho.

Como poder olvidarte
Escuela del campo El Toro
como olvidarme de todo
lo que en tus aulas aprendí
si toda la vida en ti
como en la valiente Nina
maestra de mi Argentina
recordándolos viví.

Si me parece estar viendo
las ruedas del sulki viejo
mezclarse con mis reflejos
en las distancias del tiempo
gambeteando en mis lamentos
del camino que deje
allá en Colonia Seré
mi pago de tanto tiempo.

Como no voy a sentirlo
si a mis amigos deje
con los que tanto jugué
en mi infancia de ilusión
al recordar la emoción
de tan emotivo encanto
siento que se escapa un llanto
que embraga mi corazón.

Si al mirar el horizonte
me parece estar volviendo
por esos campos corriendo
con esa postal tan bella
cruzar de nuevo la huella
como la primera vez
y al campo de los Andrés
llegar a jugar con ellos.
El Beto y el Luis,  que amigos
de aquel tiempo inseparable
cazadores indomables
seguidores como fierro
siempre rodeados de perros
en aquel desierto mudo
en busca de algún peludo
que abandonara su encierro.

Si habremos corrido liebres
en aquellas correrías
siento de noche y de día
que nunca voy a olvidar
porque en mi alma han de andar
con vivencia constante
aquel sueño adolescente
que siempre he de recordar.

Y entre los tantos recuerdos
que cruzan por mi cabeza
lo encuentro al vasquito Equiza
otro vecino y amigo
empecinado como digo
y agradecido por todo
discutidor como el solo
pero en el fondo un amigo.

Tuve un amigo mayor
como siempre lo repito
era ese leal infinito
que uno pretende imitar
muy guapo por trabajar
servicial y compañero
muy difícil de igualar.

Por eso amigo Criado
hoy como ayer mis respetos
altos en mi sus conceptos
viven con savia expresión
guardando con emoción
lo que he aprendido de usted
lo llevo prendido aquí
muy cerca del corazón.

Siento pocas mis palabras
para contar mis recuerdos
y en la distancia me pierdo
por el peso de los años
y aunque a veces me pongo empeño
por no recordarte tanto
siento que en aquellos campos
están enterrados mis sueños.

Muchos serán paisanos
que llevan mi mismo empeño
y acunan mis mismos sueños
tal vez en distinta escena
pero arrastran una pena
con signos de rebeldía
turbando su eterna vida
por decisiones ajenas.

Y aunque siento que la vida
se llevo mi mejor parte
jamás podrán arrancarte
de mi corazón sufrido
y si en el tiempo has vivido
fue porque distes a mi alma
al recordarte una calma
que nunca pudo el olvido.

Y aunque me encuentre muy lejos
a la distancia me arrojo
solo con cerrar los ojos
me veo en la escuela entrando
y estar de nuevo jugando
con esos amigos niños
que así contando cariño
hoy los estoy recordando.

Y se que todos aquellos
que un día me conocieron
que ese sentir entendieron
en el campo de mi pecho
han de tener derecho
como el sagrado deber
de que en Colonia Seré
encuentre mi último lecho.

                                                                                               Héctor Pascual-
                                                                                               Mar del Plata


miércoles, 8 de junio de 2011

Aquellos bailes en las carpas…

Fragmentos extraídos textualmente del Diario “La Tierra” de Federación Agraria Argentina.
Agosto 1932
Socios del C.J.A de Colonia Seré, Bs As dieron una fiesta.
Organizado por un numeroso y entusiasta grupo de jóvenes agrarios de la colonia “El Toro” pertenecientes todos ellos al Club Agrario de Colonia Seré llevóse a cabo un hermoso baile de carácter familiar el día 23 de julio, en la chacra del activo y entusiasta compañero señor Juan Rodríguez, (actualmente estaba en el campo de Calvo aproximadamente frente al galpón del CEPT) quien cedió gentilmente su casa al efecto.
Cuando el horizonte policromado extinguíanse los últimos destellos de la luz solar y la noche comenzaba a cubrirnos con su oscuro manto ya estaba terminada la amplia carpa levantada por la voluntad de comunes anhelos y la mano experta de varios muchachos y a las 21:30 horas no menos de 15 parejas danzaban incansables a los acordes de un acordeón que con maestría y alternativamente tocaban los buenos compañeros Roberto Stampella y Tomás Agorreca.
En el mismo tren de camadería y entusiasmo continuó el baile hasta albores del día 24 en que la numerosa concurrencia que sobrepasaba 60 personas…
Octubre  1932
Dará un baile el Club J. Agraria de Cnia Seré, Bs As.
El Club Juventud Agraria de esta localidad, realizará un baile en honor de sus numerosos asociados, el día 29 del corriente, en la chacra del compañero Santiago Crespo…
La C.D. ha resuelto cobrar $1 de entrada a los socios al día con la caja social, y los no socios pagarán 3 pesos.
Compañeros: No falten a esta cita de honor y traten de traer a todos los que aún permanezcan alejados de nuestras compactas filas: díganles que las puertas del C.J.A. “Dr. M. Quintana” están abiertas…
Junio 1934
Colonia Seré: Éxito de un baile del Club J. Agraria.
Conforme estaba anunciado, llevóse a cabo el baile social organizado por el C.J.A. “Dr. M. Quintana” en la chacra del compañero Agustín Herrero.
Una vez más, viéronse coronados por el más lisonjero de los éxitos los esfuerzos de la activa y entusiasta comisión del club, pues la carpa de lona construida al efecto, de 10 x 16 mts., albergaba más de 150 personas de ambos sexos, siendo sorprendidos por el alba mientras danzaban con gran animación …

jueves, 2 de junio de 2011

Recordando aquellas épocas...Baile en la carpa

Para agrandar, hacer clic en la imagen
También les proponemos que traten de identificar a los primeros colonos y coloquen los nombres como comentarios.

Dedicado a los primeros pobladores de la Colonia

Por Nelly Molinari de Martín (vecina de Colonia Seré)

Sin precisar fechas exactas, pues no siempre las hay cuando se hace una revisión de los hechos, o en este caso a la radicación de habitantes, me limito solo a expresar lo que siento y lo que se.
En las primeras décadas del siglo XX, la localidad de Colonia Seré no lograba expandirse debido a sus pocos habitantes. La causa es que se encontraba rodeada por campos extensos, que pertenecían a pocos dueños y no siempre eran explotados con cultivos, constituyéndose casi en latifundios improductivos. Esos campos que  dieron luego en llamarse Colonia “El Toro” comprendían, para los conocedores de la zona, desde El Retiro hasta la Curia en Santa Inés.
Allí llegaron los inmigrantes, en casi su totalidad españoles, italianos y vascos franceses que empezaron a trabajar la tierra que aún era virgen y no había conocido ni el paso de un arado mancera. Según más conocimientos, estos colonos fueron la primera generación que habitó la Colonia.
Han pasado muchos años, seguramente no vive ninguno de aquellos pioneros, pero actualmente viven en esos campos los descendientes de aquellos: segunda, tercera y hasta cuarta generación. Hoy toda gente joven.
Eran años duros en aquella primera época y vivían con sus familias en viviendas no acordes con el bienestar que merecían, ya que arrendaban el campo, por lo que no eran dueños de los mismos.
Esta inmensa llanura pertenecía a la firma Nazar Anchorena, a quienes les alquilaban.
¿Cuál sería la solución ya que deseaban ser propietarios?
“La tierra debe ser para quien lo trabaja”. ¿Quién lo dijo?: Alguien que además puso en práctica esa frase. Así fue como expropiaron los campos para dar paso a La Colonia. Eso fue el principio de la Justicia Social, y sin extenderme en este tema, se logró que cada Chacarero tuviera Su Tierra, que fuera Su Dueño, y así siguió trabajando Su Campo.
Mi humilde homenaje a los Primeros Colonos.
La Comisión de festejos del Aniversario de Colonia Seré confeccionó en el año 2010 los almanaques de ese año y los dedicó enteramente a “Las Estancias” de la zona. ¿Por qué? ¿Y nuestros Chacareros que hicieron fértiles aquellas tierras? ¿Por qué no?
Hay una deuda para con ellos aunque ya no viven. Es de desear que en años venideros sea reparada esa omisión.
Podría nombrar a Don Santiago Crespo y su Familia. Hago mención a este apellido porque tuve ocasión, con la familia de mis padres, de conocerlos y tratarlos.
Ellos y otros tuvieron su primera Escuela en un galpón, hasta lograr en comunidad con sus vecinos algo más moderno. Hoy la Colonia “El Toro” posee un Centro Educativo para la Producción Total- C.E.P.T  N°9, con una matrícula de 80 alumnos.
Don José Crespo, cuyos nietos hoy trabajan en el campo de su Abuelo, y bregan por la Colonia.
Recuerdo también a las familias de Bernardo Martín, Vaquero, Felipe Martín, Tomás Lantechea, Enrique, los Hermanos Chaintiou, Tomás Criado, Russo, Belozo, Agorreca, Muñoz, Ghe, Manasse, Sardá, Equiza, Herrero, Andrés, Pascual, Benjamín Hernández y muchos más que se escapan a mi memoria.No quiero terminar esta reseña sin mencionar a las “Mujeres Federadas” de la Colonia, todas aquellas muchachas jóvenes y emprendedoras. Mi saludo a Blanquita, Nina, Laly, Anita y demás integrantes.
Estas reflexiones, como todo en la vida, seguramente contarán con alguna aprobación y también con disensos; bienvenidos sean uno y otros. Lo importante es tener la libertad de expresar estas ideas, y hacerlo sin limitaciones.